Posada Las Tres Mentiras de Santillana del Mar

Un servicio perfecto, Gonzalo y Ana muy amables y serviciales, la habitación muy limpia, cómoda y completa, el desayuno muy rico y completo, y mucha tranquilidad en el entorno, muy cerca de Suances y sus playas, nos ha gustado mucho, para repetir.

En una visita al Parque de Cabarceno decidimos escoger esta posada para pasar una noche. No pudimos escoger mejor. Un DIEZ y porque no hay más puntuación. Todo el personal y dueños encantadores y superatentos. A destacar el desayuno, no faltaba de nada !!!! Estuvimos en una habitación familiar súper grande y con jacuzzi. Todo superlimpio. Estamos deseando volver a la zona para repetir. MUCHAS GRACIAS por todo y por hacer las cosas tan fáciles. Sonia (Barcelona)

Si buscas un lugar donde desconectar i además desayunar a cuerpo de rey , este sin duda es tu lugar ... por supuesto todo limpio y personal i dueños super amables y serviciales . Un lugar donde sentirte como en casa descubriendo cantabria .

Buena relacion calidad precio. Admiten aminales. Nosotros estuvimos en una habitacion familiar con jacuzi en el baño. Nos gusto mucho que habia nevera en la habitacion(llendo de viaje viene bien para tener bebidas y algo de comida). El desayuno fue impresionante: cafe o colacao, zumo naranja natural, pan recien tostado, tomate, mantequilla, mermeladas, bizcocho buenisimo, lomo e incluso revuelto de tortilla francesa. La chica que nos atendio fue simpatiquisima, muy agradable. No me gusto que no habria un termostato para la calefaccion, por la mañana pase un poco frio ya que la calefaccion no se encendio hasta las 6 de la tarde. Si lo llego a saber habria llevado un calefactor pequeño para el baño. Ademas hay que tener abierta la ventana del baño porque al poner el jacuzi se creo mucha humedad. Tambien hay que llevar jabon porque aunque dan de obsequio no hace espuma. Otros jacuzis en los que he estado tienen una ruleta para la fuerza, este no y no hacia burbujas, tenia poca presion. Tiene aparcamiento propio, jardin y barbacoa. Y abajo en las zonas comunes hay sofas y microondas.

Un sitio encantador. El bungalow genial, nos tenían la chimenea encendida cuando llegamos. Las chicas encantadoras. Nos indicaron perfectamente para ir a ver los cerezos. El desayuno bien. Lo recomiendo.

Reservamos habitación principal con jacuzzi y viendo las fotos y opiniones parecía idílica (primera mentira). Al hacer la reserva, nos dijeron que nos darían información turística (segunda mentira) porque al llegar nos atendió la misma chica que limpia las habitaciones. Al entrar a la habitación, había una peste horrorosa a mueble viejo y habitación cerrada. Pelos en el suelo, etc. parecía que el jacuzzi merecía la pena, hasta que Lo probé. La mitad de los chorros no funcionaban y para salir, no tiene una barra para agarrarte, con lo que resulta súper peligroso. Al ir a secarme, la toalla tenía pelos largos. Muy desagradable… El desayuno, según pone, incluye pintxos o embutidos ibéricos… Mentira también. Dos lonchas de pavo y una cuña de queso. Lo peor, el segundo día, que no nos pusieron ni bolleria. La misma chica que nos recibió, hace las habitaciones y pone los desayunos; por cierto, con una actitud déspota y desagradable. En resumen, pagas por un jacuzzi peligroso y una ducha que no funciona. Para no volver ni recomendar