Guest User
September 11, 2024
El hotel necesita una renovación. Las habitaciones no están insonorizadas; es como si compartieses espacio con el vecino o vecinos: cuando va al baño o simplemente está hablando por teléfono. Lo peor y con diferencia fue el restaurante. Con un menú de 36 €, bebidas aparte, se mereció un suspenso en mayúsculas. Como cerraban el domingo 8 de septiembre, a los que tuvimos la mala suerte de alojarnos y comer ese fin de semana, nos encontramos que de las 5 opciones de primeros y segundos, faltaban varios, ya que a medida que se acababan no los reponían ni substituían por otros. Sin embargo el precio si que se mantuvo. Platos pequeños, muy justos y sin condimento o acompañamiento. Una ración de pollo a la cazuela consistió en dos mini trozos de la parte del muslo, casi todo hueso. Una vergüenza! Una pareja sentada en la mesa de al lado se quejó de lo mismo. Llegaron nada más abrir el servicio y ya no disponían de algún primero y segundo que querían, y que además no habían substituido. Encima estando ella embarazada le sirvieron huevos fritos cuando el menú decía revueltos con setas. Lo único bueno fue el servicio. Los empleados muy correctos y atentos. Se disculparon por esta situación pese a que no dependía de ellos.
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