Calendula Hotel & Apartaments

Hotel ubicado en Sant Feliu al lado de la playa. Es un hotel muy básico, tienes una habitación pequeña con un armario, tele y una cama grande. El baño es correcto. Te dejan un par de aguas y confitura de cortesía. El hotel es muy autosuficiente. Haces el check in con un enlace al correo que te envían con la reserva y todo funciona por códigos (puerta de entrada y habitación). Pese no haber nadie que te reciba, tienes un comedor, donde sirven el desayuno por la mañana, con una máquina de vending por si quieres comprarte una cápsula y hacerte un café o algo más de picoteo. El desayuno es muy “normalito”, no tienes muchísima variedad que digamos, pero lo suficiente. Reservamos una noche para usarlo como hotel de paso y cumple la función. Si tuviera que estar una semana allí la cosa cambiaría..

Se trata de un hotel SIN personal. Únicamente una persona que sirve los desayunos y supongo que también hace las habitaciones. Tienes que hacer el check-in on-line obligatoriamente con los datos de todos los viajeros antes de la estancia, en una página con algunos errores que inducen a confusión. Hecho el check-in, te envían por correo una clave que permite abrir tanto la puerta principal como la de las habitaciones, y te facilitan un teléfono de contacto por si hay problemas. Hasta aquí todo bien. Fuimos con la familia para una sola noche de estancia. Los códigos funcionaron, y las habitaciones estaban bien. Un poco pequeñas, pero limpias y con lo mínimo necesario. Tienen TV, aire acondicionado y wifi, pero no neverita. El baño, con ducha, limpio y correcto. El problema vino en que al parecer durante la noche se desactivaron los códigos de entrada y al salir a las 8 de la mañana a dar un paseo ya no pudimos entrar. Nos abrió la persona de servicio, pero no pudimos entrar a las habitaciones. Esa persona no pudo (o no supo o no quiso) hacer nada al respecto y tuvimos que llamar al "teléfono de emergencia" donde nos atendió una persona que en ningún momento se identificó ni se disculpó, y al cabo de unos minutos nos pudo abrir las habitaciones a distancia. Nos dijo que habían tenido un problema informático, ... etc pero hasta las 11:00 (cuando ya nos íbamos) no nos resetearon los códigos. Otro tema insatisfactorio es el desayuno. Sobre el papel está bien, con lo básico pero de satisfactoria calidad. El problema es que el comedor es muy pequeño, con 6 o 7 mesitas para dos personas, y con poca comida y bebida disponible, con la idea de ir reponiendo a medida que se consume. Como el hotel tiene algo más de 20 habitaciones, y el día que estuvimos estaba lleno o casi, nos encontramos que entre 9 y 10 h bajaron casi todos los huéspedes a desayunar, creando un "tapón" importante. La única empleada no daba abasto, y se acabó todo: comida, bebida, cubiertos, manteles, etc. Se estropearon a la vez la máquina de zumo y la de café, gente de pie esperando, etc ... Nosotros éramos 6 y tuvimos que tuvimos que desayunar en mesas separadas y no al mismo tiempo. En fin, que aún comprendiendo que estamos en temporada baja, y que la informática puede fallar a veces, hemos echado en falta una atención personal e implicada