Reydon

Encontramos el hotel por internet y todo lo que leímos y las fotos que vimos se hicieron realidad durante la estadía. Un hotel antiguo, sitio histórico por tener más de 100 años. Valeria siempre atenta a que no nos falte nada, muy cordial y servicial. La limpieza de TODO el lugar es excelente y tiene todas las instalaciones en excelente estado. La habitación es hermosa, muy limpia, ibamos a desayunar y cuando volvíamos ya estaba hecha. El desayuno, un capítulo aparte. Todo casero. El yogurt, las tostadas, las mermeladas, la ensalada de frutas hecha con frutos de los árboles del parque (muy hermoso y efectivamente el más lindo de La Cumbre). Ah, y algo importante, aunque el hotel no ofrezca ni almuerzo ni cena, hay lugares muy buenos (precio y calidad) a poca distancia. Sino se pueden encontrar una gran variedad de lugares en el centro (a menos de 5 minutos). Gracias a todo el personal del hotel por hacer nuestra primer visita a La Cumbre un hermoso momento. Volveremos sin dudarlo.

Dos años y una pandemia despues, volvimos al Reydon y nos quedamos dos semanas, en esta oportunidad incluyendo la celebración de mis 90 años. Y hablando de años, en este 2022 el Reydon cumple 100! Como escribí hace dos años, si se busca un lugar lujoso y suntuoso, este NO no es para considerar. Pero si se busca lo rustico, lo cálido, lo que hace que uno se sienta en su casa, en un entorno natural maravilloso, este definitivamente SI es el lugar. Ademas, y esto hace aun mucho mas al placer de residir aqui, está la macanudísima Valerie que en todo momento se preocupa por el bienestar de sus huespedes. Considerando que mi primera visita aqui fue en 1943 con mis padres, logicamente me sentí en el tunel del tiempo, también porque Cruz Chica sigue con el encanto de siempre. Que manera de sacarse uno la tensión capitalina de encima! El Reydon es hasta terapeuticamente recomendable, jaja!