Guest User
January 9, 2025
Edificio renovado, anteriormente fue un hospital. Muy bonito y espacios amplios y bien decorados en zonas comunes. Decidimos ir a esta bonita isla para pasar el fin de año. Reservar a través de la web fue imposible, por lo que por teléfono y correo electrónico pudimos hacerlo. Era obligatoria la cena de fin de año por la módica cantidad de 175 euros, también el bruch de año nuevo, creo unos 40 euros más. Pasamos 5 noches en el hotel y tuvimos 3 habitaciones. Las habitaciones muy amplias pero sin detalles para un hotel de esta categoría. No hay pastilla de jabón en el lavabo, ni tienen, a cambio un bote de gel de baño. Espejo de aumento tampoco, si lo pides te llevan uno de sobremesa, inútil si no tienes un lugar donde arreglarte sentada. Te pueden poner una jarrita de hervir para infusión pero las infusiones te las tienes que proporcionar tú. Pero lo más destacable fue la cena de fin de año. Nada que ver con el menú escrito. Unos aperitivos servidos en cafetería que no eran nada de particular. Una media langosta por persona, incomestible, podía saber a cualquier cosa menos a langosta. Un trozo de carne más bien dura, muy seca y en mi caso, bastante cruda. El vino estaba bueno y el cava también, pero gran decepción de las doce personas que formábamos la mesa, que por cierto, a pesar de no conocernos, muy agradables. No puedo recomendar este hotel muy la relación calidad precio no sé corresponde en absoluto. Eso sí, la directora muy accesible, hasta ayuda en el comedor.
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