Riad Dia

Catastrophique , sale et plein de cafards. Les draps et serviettes déchirés et tachés. Petit déjeuner très modeste et fade. (Café transparent, galette dégelée et raides…) Les sanitaires délabrés et j’en passe J’ai trouvé beaucoup mieux au même tarifs J’ai trouvé beaucoup mieux au même tarifs.

¡Oh, por todos los rincones sucios del Riad Día! Si alguna vez quisiste experimentar cómo sería vivir en un basurero, ¡este es el lugar para ti! El nivel de asquerosidad alcanza alturas inimaginables; incluso los cuartos son tan repugnantes que te hacen desear dormir en la calle. Y no hablemos de los baños, ¡los vanos son la guinda del pastel del horror! ¡Ah, y esos misteriosos productos de limpieza que nunca llegan! ¿Jabón? ¿Qué es eso? El personal promete comprarlo "algún día", pero ese día parece estar en una dimensión paralela. ¡Y no creas que tendrás la oportunidad de cocinar algo decente! La cocina es un santuario de la mugre, y el desayuno... bueno, digamos que las cajas en las que lo sirven podrían clasificarse como patrimonio de la humanidad por la cantidad de suciedad que acumulan. Y el café y el té... ¡por los dioses! ¡Es como si hubieran encontrado la forma de hacerlo aún peor que el agua del retrete! ¿Y qué decir de la terraza? Oh, esa maravillosa terraza con aroma a pipí de gato, el lugar perfecto para disfrutar de un momento de reflexión mientras te preguntas qué has hecho para merecer esto. El ambiente es otro tema. ¿Quejas constantes de los huéspedes? Sí, son música para nuestros oídos, acompañadas por el ballet de un personal que parece haberse graduado en la escuela de la ignorancia. En resumen, si alguna vez te encuentras en la encrucijada de elegir entre el Riad Día y dormir bajo un puente, te recomendaría llevar tu colchón inflable y unas cuantas mantas. Al menos, estarás más cerca de la limpieza. ¡Buena suerte, aventurero! ¡Oh, y no puedo olvidar mencionar que la única reseña con una puntuación perfecta fue hecha por alguien que, estoy segura, debe ser ciego, sordo y mudo! Porque solo alguien privado de esos sentidos podría calificar este lugar como algo remotamente decente. En serio, ¡es el peor hostel en el que he tenido la desgracia de poner un pie!