Hotel Spa Gametxo

Las vistas del hotel son espectaculares. El spa privado lo que hace la estancia muy agradable. La limpieza bastante justa, cuando llegamos había alguna cosa que sale de la nariz pegada a la pared, puedo entender que haya gente poco considerada pero no que en dos días no sé limpien esas cosas (bastante desagradables). Por otro lado el desayuno es óptimo, sin embargo, a diferencia de los demas empleados (los cuales eran muy agradables) había una camarera un poco borde, he ido a pedir los cubiertos y los vasos para poder desayunar y me ha dicho de malas formas que no estaba puesto porque nos habíamos sentado sin que la diera tiempo a recoger la mesa, perfecto entiendo que igual tendríamos que haber esperado, pero las formas han dejado bastante que desear y en lo que hemos tardado en desayunar ha hablado igual de mal a otros huéspedes,en fin hay gente que no tendría que trabajar cara al público. En general para la calidad, excepto las vistas y el spa caro.

La atención estupenda, las vistas maravillosas. La habitación sin lujos pero muy digna, limpia y amplia.

El hotel está en un enclave único. Muy tranquilo y precioso. Beñat, el dueño, es amabilísimo. Siempre con una sonrisa. Los desayunos super completos y todo muy freso y un bizcocho casero 😋 La habitación impecable. Mientras estuvimos, el silencio era total, dentro y fuera. Es spa muy correcto, y Rosa la masajista también muy maja. Desde luego, muy recomendable!!

La ubicación es fantástica sobre la reserva de Urdaibai. El hotel está en un lugar alto y las vistas son espectaculares. Está orientado hacia el oeste y tiene mucho espacio exterior, buen aparcamiento. Buenas indicaciones para llegar. Si llegas antes de las 17.00 de la tarde, puede que te encuentres con que te recibe la pobre señora de la limpieza que no podrá resolverlo todo, además de estar haciendo su trabajo. La limpieza de las habitaciones es aceptable, la limpieza de las zonas comunes es mala. Al tener la playa cerca, hay mucha arena por todos sitios, vimos las escaleras siempre sucias, la sala de los desayunos tenía el mantel de los bufets muy sucios, con manchas que parecían prehistóricas, las mesas del desayuno no estaban precisamente limpias. Se nota que no hay ninguna organización, vimos a las señoras de la limpieza ir de aquí para allá sin parar, posiblemente tienen más trabajo del que pueden hacer y así va el resultado. La zona exterior tampoco está limpia y ordenada. El desayuno puede tomarse fuera, si el tiempo acampaña, pero cuidado, hay gatos que merodean por la zona y que se asoman a las mesas. En resumen, por el precio que se paga, debería estar más limpio, más ordenado y más organizado. El dueño es muy amable, pero está claro que no es consciente del estado del hotel.