Hotel Dunas Puerto

Hotel con encanto...el personal muy profesional y muy amables con los huéspedes...servicio de habitaciones super eficientes y personal del salón comedor desde el cocinero hasta los camareros muy atentos a cualquier necesidad..si acaso un defecto la poca intimidad del cuarto de baño al tener ventana al exterior..

Mi experiencia fue.... desagradable, quitando el trato el personal por la noche en la cena, atendiendo a mis hijos, ya que habia tres platos en el buffet para elegir y no comian de eso,la noche fue horrible.Se estaba celebrando un cumpleaños, enfrente de mi habitación, y la musica y el ruido duró hasta las 3,30 de la mañana. Ni mis hijos ni nosotros pudimos dormir, sin dar solución ninguna por parte del Hotel a pesar de nuestra queja. A la espera estoy de la contestación de la hoja de reclamaciones.

Hemos estado durante 1 sofocante semana en agosto en régimen de Media Pensión 2 adultos y 2 niños. La habitación es doble con 2 camas supletorias y queda poco espacio para pasar, pero no es imposible, sólo incómodo. Los colchones son cómodos, incluso los de las supletorias y el aire acondicionado hacían la estancia más agradable. Lo peor es que no hay nevera en la habitación, esto debería tenerse en cuenta ya que es de agradecer que tras una jornada calurosa, al menos poder tener agua fría o algún refresco. Baño completo y correcto, con ventana y ducha. El único inconveniente es que a primera hora de la mañana no suele haber agua caliente porque funciona con un termo eléctrico a compartir entre al menos 2 compartimentos. Tanto las habitaciones como las zonas comunes están muy limpias y muy cuidadas. Hay bastante personal de servicios: limpieza, mantenimiento, etc. La piscina está muy bien, de 1,25 a 2,3 mt de profundidad y aparte una infantil. Varias hamacas y parasoles que a veces quedan escasos porque pueden hacer uso de ella los clientes que hacen uso del restaurante del chiringuito. Nos dieron la posibilidad de poder cambiar el orden de la comida-cena con aviso previo, así pues 3 días comimos y 4 cenamos, todas las mañanas desayunamos. Es cierto que los desayunos son poco variados pero muy correctos: hay zona de embutidos, fruta, lácteos, bacon, tortilla, cereales, cafetera y zumo, pan y tostador por si alguien quiere untar mantequilla, mermada, manteca... Tanto las comidas como más cenas muy bien, suele haber siempre una zona de ensaladas y otra de platos calientes, siempre con alternativa de carne-pescado y patatas fritas. De postre fruta variada, yogures, tartas y helados. La bebida no está incluida, la botella de agua cuesta 2€ a pagar ahí al salir. Todo el personal del comedor es muy amable y solícito. Existe la posibilidad de aparcar en las escasas plazas que hay a la entrada o acceder a la parte trasera, precio aviso en recepción. La disposición de las habitaciones a pie de calle, con un par de sillas a la entrada a modo de porche está muy bien. A un paso de la playa de la Puntilla, a través de un camino entre pinares que hacen la zona algo más fresca. Dicha playa es totalmente tranquila, sin apenas olas porque justo delante está el espigón de la desembocadura del Guadalete hacia la bahía, dónde se encuentra la terminal marítima que une El Puerto de Santa María con Cádiz con un catamarán. El centro histórico del pueblo está a menos de 10 min en coche y la estación de cercanías a 1/4h. En líneas generales es un hotel muy cómodo, agradable y completo.